A pesar de lo que muchos pueden llegar a creer, reparar los aparatos electrónicos y darle una segunda vida a muchos de las cosas materiales que llegamos a poseer, tiene una ventaja económica y medioambiental, que muchos desconocen.

Pocos son conscientes de que el sistema económico actual está hecho para consumir a diestro y siniestro, sin conciencia alguna y siempre basado en mejorar lo antiguo y el querer más.

Cada poco tiempo sentimos la necesidad de querer renovar nuestro ropero, por ejemplo, porque la ropa que nos compramos hace tan sólo medio año, ha quedado obsoleta en cuanto a tendencias o bien a los pocos lavados ya no luce como el primer día. Lo mismo pasa con los aparatos electrónicos y la tan escuchada frase: “No te vale la pena repararlo….te sale más barato comprar uno nuevo!”

¿Y por qué esto es así? Porque el sistema de compra está hilado de tal forma que la durabilidad ya no es el objetivo. Los aparatos electrónicos, nuestra ropa y muchas cosas más tienen su vida útil perfectamente calculada, para que en poco tiempo te veas obligado a acudir a los grandes centros comerciales, tiendas especificadas o empresas multinacionales para obtener un modelo nuevo o cambiarlo por uno mejor. Estamos introducidos en una rueda de hámster, que gira a un ritmo incontrolado e infinito y de la que no parece haber escapatoria.

Todo esto no es un mito, ni un invento de activistas medioambientales o hippies con ropa de segunda mano. El sistema tiene hasta un nombre: Obsolescencia programada. ¿Qué es? Es “la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño del mismo, este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos, por ejemplo por falta de repuestos, y haya que comprar otro nuevo que lo sustituya. Su función es generar más ingresos debido a compras más frecuentes para generar relaciones de adicción que redundan en beneficios económicos continuos por periodos de tiempo más largos para empresas o fabricantes. El objetivo de la obsolescencia no es crear productos de calidad, sino exclusivamente el lucro económico, no teniéndose en cuenta las necesidades de los consumidores, ni las repercusiones medioambientales en la producción y mucho menos las consecuencias que se generan desde el punto de vista de la acumulación de residuos y la contaminación que conllevan.”

Pero ¿y si te dijera que sí hay escapatoria de la rueda? Cada vez hay más negocios alternativos, que ofrecen sus productos y conocimientos para reparar aparatos antiguos o que revenden productos de segunda mano, ayudando así al medioambiente y vendiendo productos de una calidad, que parece ya inexistente hoy en día.

Pero ¿realmente es más económico reparar lo antiguo? Los expertos aseguran que en la mayoría de los casos es así.

Además de sitios especializados para comprar productos de segunda mano y realizar reparaciones, existen organizaciones como los “Repair Café”, en los que se comparten conocimientos y habilidades y en los que uno puede aprender a reparar cosas materiales que ya daba por perdidas.

“Los Repair Cafés son lugares de libre acceso donde todo gira en torno a reparar cosas (juntos). En el lugar donde se lleva a cabo el Repair Café hay herramientas y materiales disponibles para reparar toda clase de objetos: ropa, muebles, aparatos eléctricos, bicicletas, juguetes… y un grupo de voluntarios con conocimientos y habilidades para reparar toda clase de artefactos.”, nos explican en su página web.

Para todos aquellos que deseen conocer más acerca de estos lugares, aquí está el enlace: https://www.repaircafe.org/es/

¿Sabes qué tipo de negocios y lugares se centran en reparar y dar segunda vidas a las cosas materiales en tu ciudad? ¿Quieres compartirlos con nosotros? No dudes en mandarnos un mensaje y haremos un directorio con todos esos lugares especiales que ofrecen alternativas y cuidan del medioambiente, reduciendo la producción de aparatos nuevos y con ello las emisiones de CO2.

dar segunda vida a los objetos

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